Tegucigalpa, Honduras – En una sesión nocturna y sin discusión individual, el Congreso Nacional aprobó en tercer y último debate las 18 adendas a contratos de energía eléctrica, en un proceso que ha sido fuertemente cuestionado por distintos sectores.
Con 56 votos a favor, el oficialismo logró la aprobación de estas renegociaciones en bloque, sin mayor lectura ni análisis detallado, lo que ha generado críticas por parte de la oposición y expertos en el tema.
Promesas de ahorro y dudas sobre transparencia
La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) ha defendido las adendas argumentando que permitirán reducir las tarifas eléctricas y beneficiar a la población.
Según el oficialismo, la aprobación generará ahorros anuales de 2,295 millones de lempiras y, en el transcurso de los 18 años de vigencia, representará un total de 29,698 millones de lempiras en beneficios para el Estado.
El diputado oficialista Jari Dixón afirmó que la renegociación “reducirá considerablemente el precio de compra de energía a empresas generadoras”, lo que impactará en una baja en la factura eléctrica.
Sin embargo, legisladores de oposición y analistas han calificado la medida como un “espejismo”, asegurando que no existen garantías de que estos beneficios se reflejen realmente en el recibo de los consumidores.
Contratos sin revisión y denuncias de irregularidades
Previo a la votación, sectores técnicos y diputados opositores exigieron que los contratos fueran analizados individualmente y sometidos a procesos de socialización.
De los 18 contratos, al menos seis presentaban irregularidades, por lo que se solicitó una revisión minuciosa antes de su aprobación.
Uno de los contratos más polémicos es el de CECHSA, el cual ha sido denunciado ante el Ministerio Público por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), debido a presuntas irregularidades que, según la organización, ya han impactado en el aumento de las tarifas eléctricas.