El grupo yihadista Boko Haram mató el pasado fin de semana al menos a una veintena de mujeres en el noreste de Nigeria después de acusarlas de ser brujas, informó este jueves a EFE un grupo civil de apoyo a las Fuerzas de Seguridad nigerianas.
“Ali Ngulde, el comandante del grupo terrorista, acusó a las mujeres de brujería y ordenó degollarlas”, dijo a EFE Muhammad Goni, el comandante de las Fuerza de Tarea Conjunta Civil (CJTF), grupo de vigilantes que colabora desde 2013 con el Ejército nigeriano para luchar contra el yihadismo.
La masacre ocurrió en el área de gobierno local de Gwoza, que pertenece al estado nororiental de Borno.
Según Goni, las víctimas formaban parte de un grupo de más de 40 mujeres secuestradas por el grupo terrorista.
Después de la muerte de un número indeterminado de los hijos del líder de Boko Haram, éste acusó a las mujeres de haber realizado hechizos para matarlos.
“(Ngulde) es realmente bárbaro. Es perverso lo que estos terroristas están haciendo a nuestra gente”, lamentó Goni.
Una fuente del Ejército de Nigeria que pidió su anonimato también confirmó a EFE esta masacre.
“Esa gente (los combatientes de Boko Haram) son una amenaza para la humanidad. No deberían vivir”, añadió la fuente militar.
El noreste de Nigeria es blanco de ataques de Boko Haram desde 2009, una violencia que se agudizó a partir de 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, en inglés).
Ambos grupos buscan imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Boko Haram y el ISWAP han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de la ONU.