Tegucigalpa, Honduras
La clase trabajadora de Honduras hizo oír sus demandas en la marcha del Primero de Mayo en las principales ciudades del país. Convocados por la Central General de Trabajadores (CGT), la Confederación de Trabajadores de Honduras y la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), los manifestantes exigieron mejores salarios, más y mejores empleos, así como mejoras en salud, educación y seguridad.
La protesta también se dirigió contra el alto costo de los alimentos, los combustibles y otros productos y servicios como la energía eléctrica. El secretario de la CGT, Benjamín Vásquez, destacó la necesidad de “salarios dignos” y el respeto a la jornada laboral.
Entre las pancartas se leían consignas como “Alto a la violencia laboral contra la mujer”, “No a las Zonas de Empleo y Desarrollo (Zede), sí a la Ley de Justicia Tributaria”, y “Exigimos el seguro social para todo el magisterio nacional”.
La movilización contó con la participación de activistas del Partido Libertad y Refundación (Libre), liderado por el expresidente Manuel Zelaya, quien destacó la necesidad de vencer el “capitalismo salvaje” y promover un proyecto de refundación para el país.
En San Pedro Sula, los maestros reclamaron cambios y una reducción en el costo de los alimentos. Mientras tanto, la presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Anabel Gallardo, reconoció el esfuerzo de los trabajadores y abogó por condiciones laborales justas y oportunidades de crecimiento profesional.
Honduras, con una población cercana a los diez millones de habitantes, enfrenta desafíos significativos en materia de empleo, con más de dos millones de personas con problemas de empleo según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).