El Salvador
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, se encamina hacia la reelección en las elecciones de este 4 de febrero de 2024, respaldado por una abrumadora popularidad. Sin embargo, enfrenta acusaciones de abusos en su estrategia “antipandillas”, así como señalamientos de autoritarismo y tácticas ilegales para mantenerse en el poder.
A sus 42 años y con ascendencia palestina, este empresario y publicista prácticamente asegura otro mandato de cinco años, presentándose ante 6.2 millones de votantes con un respaldo del 90% y sin competidores de peso.
La controvertida ofensiva contra las pandillas ha llevado a El Salvador a alcanzar mínimos históricos en las tasas de homicidios (2.4 por cada 100,000 habitantes, según cifras oficiales), transformándolo de ser uno de los países más afectados por la violencia criminal a uno con cifras notables de reducción.
Bukele atribuye a las pandillas alrededor de 120,000 muertes desde el fin de la guerra civil en 1992, señalando que estas controlaban barrios y ciudades enteras, sembrando terror entre la población. A pesar de los logros en la seguridad, persisten testimonios como el de una transportista que, por miedo a represalias, prefirió no revelar su identidad.
Ella relató: “Nuestra vida era difícil. Amenazaron con matar a mi mamá y a un hermano, y mi empresa de autobuses tenía que pagar 560 dólares al mes de extorsión a las pandillas. Ahora, hay tranquilidad”.