El crimen múltiple se registró en el municipio de Juticalpa, donde, según versiones de testigos, las víctimas fueron atacadas por hombres que ingresaron por la fuerza a la vivienda, según un informe policial.
Las víctimas fueron identificadas como Nolvia Iveth Rivera, de 63 años, su hija Suri Bardales Rivera (26) y su nieto Melvin Vindel, de ocho meses.
Las fuerzas del orden de Honduras acordonaron la casa donde se produjo la matanza, cuyas causas aún se desconocen, a la espera de un juez de paz para realizar el levantamiento de los cadáveres.
Más de 80 mujeres han muerto de manera violenta este año en Honduras, país donde ellas representan el 52% de los 9.7 millones de habitantes del país.
En lo que va de 2023 han muerto unas 41 personas en una decena de crímenes múltiples, según cifras de organismos de derechos humanos.
Las autoridades hondureñas atribuyen la violencia criminal en parte al crimen organizado, el narcotráfico y pandillas, conocidas como “maras”.
La Mara Salvatrucha MS-13 y la pandilla Barrio 18, son las más temibles y ambas mantienen una lucha por territorios que controlan en varias ciudades del país centroamericano, según las autoridades.
Honduras figura entre los países que tienen los índices de violencia más altos del mundo, sin vivir en guerra, con un promedio de entre diez y trece asesinatos al día, según fuentes oficiales.