
El Vaticano refuerza su equipo médico para garantizar su recuperación
El papa Francisco deberá mantener un periodo de convalecencia de al menos dos meses luego de haber regresado al Vaticano tras 38 días hospitalizado por problemas respiratorios. Sin embargo, crece la incertidumbre sobre si el pontífice seguirá estrictamente las indicaciones médicas de reposo absoluto, especialmente con eventos clave en el calendario eclesiástico y diplomático, como la Semana Santa y la visita de los reyes de Inglaterra.
Francisco, con asistencia médica permanente
El sumo pontífice apareció este domingo con evidentes dificultades para moverse, hablar y respirar, siendo trasladado con cánulas nasales de oxígeno. Estas condiciones hacen necesario que siga estrictamente las prescripciones médicas, que incluyen pocos contactos y limitados traslados.
El apartamento papal en la residencia Santa Marta ha sido acondicionado con equipamiento especializado y contará con asistencia médica las 24 horas del día, según reportes de medios italianos. No obstante, fuentes cercanas al papa Jorge Bergoglio sostienen que este aislamiento será difícil de mantener debido a su espíritu activo.
Agenda papal en suspenso
Existen dudas sobre cómo afrontará el Vaticano los compromisos del pontífice en las próximas semanas. Algunos eventos clave incluyen el Jubileo de los Misioneros de la Misericordia del 28 al 30 de marzo, el Jubileo de los Enfermos el 5 y 6 de abril, los ritos de Semana Santa y la canonización de Carlo Acutis el 27 de abril, ceremonia en la que se espera una gran multitud. Además, el viaje programado a Nicea, Turquía, para el 24 de mayo es cada vez más incierto.
Un indicio de cuán estricto será el reposo del papa será la visita del rey Carlos III de Inglaterra el 8 de abril. Aún se desconoce si Francisco recibirá personalmente al monarca británico o delegará la tarea en el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
“El camino será largo”, afirman cardenales
El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, aseguró al diario italiano La Repubblica que Francisco “se encuentra perfectamente lúcido” y con plena capacidad mental. Sin embargo, destacó que su recuperación será un proceso prolongado, especialmente para recuperar la normalidad en su voz y energías.
Sobre los ritos de Pascua, Battista Re mencionó que en los próximos días se tomará una decisión sobre si otros cardenales asumirán sus funciones en las ceremonias religiosas.
Gobernar a través de una “correa de transmisión”
De acuerdo con el diario Il Messaggero, debido a las restricciones impuestas por su estado de salud, Francisco podría recurrir a una estructura de intermediarios para continuar con su gobierno sin exponerse físicamente.
A diferencia de sus predecesores, que solían delegar la administración vaticana en el secretario de Estado o un único asistente de confianza, Francisco ha mantenido un control centralizado de las decisiones. Actualmente, cuenta con tres secretarios personales –el italiano Fabio Salerno y los argentinos Juan Villalón y Daniel Pellizzon–, quienes residen en Santa Marta y manejan su agenda diaria.
En este periodo de convalecencia, también se prevé que el papa se apoye en cardenales de su círculo cercano, como Mario Grech (secretario general del Sínodo), Robert Francis Prevost (prefecto del Dicasterio para los Obispos) y su compatriota Víctor Manuel Fernández (prefecto de la Doctrina de la Fe).
Además, podría fortalecerse el rol del Consejo de Cardenales, conocido como C9, aunque actualmente solo seis miembros están activos y se espera la pronta designación de tres nuevos integrantes.
La evolución de la salud del papa Francisco marcará el rumbo de su pontificado en los próximos meses, en un momento clave para la Iglesia católica y su agenda internacional.