Ciudad del Vaticano – El papa Francisco advirtió sobre los «síntomas graves de crisis de lo humano» que afectan a las zonas más desarrolladas del mundo, destacando la desorientación generalizada, la soledad y el abandono de los ancianos.
Su mensaje fue publicado este jueves con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones, bajo el lema Misioneros de esperanza entre los pueblos.
El pontífice explicó que esta jornada busca recordar a cada cristiano y a la Iglesia su vocación fundamental de ser mensajeros y constructores de esperanza.
Asimismo, enfatizó que las comunidades cristianas pueden representar «signos de una nueva humanidad» en un mundo donde la tecnología ha aumentado la interconexión, pero ha debilitado las relaciones personales.
«En las naciones más avanzadas tecnológicamente, está decayendo la proximidad; estamos todos interconectados, pero no estamos en relación», lamentó Francisco, señalando que el apego excesivo a la eficiencia, las posesiones y las ambiciones ha llevado a una sociedad más egocéntrica e incapaz de altruismo.
El papa subrayó la importancia del Evangelio como un camino para restaurar una humanidad íntegra y redimida, instando a prestar especial atención a los más pobres, enfermos, ancianos y excluidos de la sociedad materialista y consumista.
Finalmente, hizo un llamado a los discípulos de Cristo a formarse como «artesanos de esperanza y restauradores de una humanidad con frecuencia distraída e infeliz», reafirmando la misión de la Iglesia de llevar consuelo y apoyo a quienes más lo necesitan.
