
Estados Unidos – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha nominado al exfiscal Emil Bove para integrar el Tribunal Federal de Apelaciones del Tercer Circuito, una de las cortes más influyentes del sistema judicial estadounidense.
La decisión ha generado reacciones inmediatas en Honduras, donde el nombre de Bove está estrechamente ligado a uno de los escándalos de narcotráfico más grandes en la historia del país.
Bove fue fiscal del Distrito Sur de Nueva York y la figura clave en el juicio contra Antonio “Tony” Hernández, hermano del expresidente Juan Orlando Hernández.
En ese proceso judicial, logró una condena de cadena perpetua más 30 años por delitos relacionados al narcotráfico.
Intertítulo: Caso Tony Hernández, un hito que marcó a Honduras
Durante el juicio, Emil Bove presentó pruebas contundentes que evidenciaron el uso del aparato estatal hondureño para facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Estas revelaciones precipitaron una crisis política en Honduras y también influyeron en la acusación del propio Juan Orlando Hernández, actualmente en juicio por cargos similares.
La trayectoria de Bove ha sido reconocida por su firmeza en la lucha contra el crimen organizado internacional, aunque también ha sido cuestionado por las implicaciones geopolíticas de sus casos.
Su nominación por parte de Trump es interpretada como un intento por consolidar su influencia en el poder judicial estadounidense ante una posible reelección en 2025.
De ser confirmado por el Senado, Bove pasaría de ser fiscal a juez de apelaciones, posición desde la que podría incidir en decisiones judiciales de alto nivel en temas penales, migratorios e incluso constitucionales.