Guatemala – Al menos una persona de la tercera edad fallecida, dos heridos de gravedad y más de 20 viviendas con daños severos es el saldo preliminar de una cadena de sismos que sacudió la madrugada de este miércoles el suroriente de Guatemala, según reportes oficiales y cuerpos de socorro.
El primer movimiento telúrico, con magnitud de 5.8 en la escala de Richter, se registró cerca de la frontera entre Guatemala, El Salvador y Honduras.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) indicó que el evento fue seguido por al menos 15 réplicas con magnitudes que oscilaron entre 3.1 y 5.7.
El epicentro de los sismos se localizó en el departamento de Jutiapa, donde se reportan los mayores daños, especialmente en el municipio de Comapa.
Los Bomberos Municipales Departamentales informaron que lograron llegar a aldeas afectadas y confirmaron la muerte de una persona de edad avanzada, así como la atención de dos personas con lesiones de consideración.
Las autoridades guatemaltecas declararon alerta naranja para facilitar las labores de evaluación y respuesta.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) activó sus protocolos de emergencia, y el presidente Bernardo Arévalo expresó su solidaridad con los afectados a través de redes sociales.
“Toda nuestra solidaridad con las familias afectadas. He instruido a todas las instituciones a brindar el apoyo necesario. Les pido mantener la calma y seguir la información oficial”, escribió el mandatario.
En Honduras, el temblor fue percibido en varios departamentos como Cortés, Copán, Lempira y Ocotepeque, sin que se reportaran daños. También se sintió levemente en San Salvador.
Guatemala, por su ubicación sobre las placas tectónicas de Norteamérica, Caribe y Cocos, es considerado uno de los países más sísmicos de la región.
Según las autoridades, solo en lo que va de 2025 se han registrado más de 4,300 movimientos telúricos, aunque la mayoría de ellos no son sensibles para la población.
El país guarda en su memoria el devastador terremoto del 4 de febrero de 1976, de magnitud 7.5, que dejó más de 23,000 muertos y más de un millón de personas sin hogar.
