
Intibucá – En cumplimiento con el proceso de reestructuración del Sistema Penitenciario Nacional, las autoridades hondureñas realizaron el traslado definitivo de 243 Personas Privadas de Libertad (PPL) que se encontraban recluidas en el Centro Penitenciario de La Esperanza, ubicado en el departamento de Intibucá.
Esta acción, ejecutada con respeto a los derechos humanos de los internos, responde a criterios técnicos, criminológicos y de seguridad, con el objetivo de optimizar la distribución de la población penitenciaria según su condición jurídica.
Además, se busca garantizar espacios adecuados para el desarrollo de los procesos de rehabilitación, reeducación y reinserción social.
Reubicación a centros penitenciarios estratégicos
Los reclusos fueron trasladados a diferentes centros del país, incluyendo las instalaciones de Támara, Comayagua, Márcala y el Centro Nacional de Rehabilitación Social Femenino (PNFAS), en función de un análisis técnico-criminológico que determinó el destino más adecuado para cada caso.
El procedimiento se llevó a cabo bajo estrictas medidas de control y seguridad, con el acompañamiento de personal de la Unidad de Protección de Derechos Humanos del Instituto Nacional Penitenciario (INP), garantizando en todo momento el respeto a la integridad física y dignidad de los reos.
Un paso más hacia un sistema penitenciario moderno
Esta medida forma parte del plan nacional para modernizar y fortalecer el sistema penitenciario, que tiene como pilares fundamentales el orden, la disciplina y la rehabilitación.
Según el INP, estas acciones permiten avanzar hacia una justicia más eficaz y humana, reduciendo el hacinamiento y promoviendo mejores condiciones de vida para las personas privadas de libertad.