
Ciudad de Panamá – El gobierno de Panamá anunció este martes que abandonará la “Ruta de la Seda”, un proyecto insignia del gobierno chino, y se comprometió con Estados Unidos a reducir la “problemática presencia china” en el Canal de Panamá.
La noticia fue confirmada en un comunicado conjunto entre el presidente panameño, José Raúl Mulino, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, tras una reunión bilateral en la que discutieron cuestiones de seguridad y cooperación regional.
El Canal de Panamá, una de las principales vías navegables del mundo, ha sido un tema de discusión constante desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo.
Durante su mandato, Trump expresó su deseo de recuperar el control total de la vía, cuyo tratado de restitución fue firmado por los presidentes Omar Torrijos y Jimmy Carter en 1977.
Este acuerdo devolvió a Panamá el control del canal, pero desde entonces, Estados Unidos ha mantenido un estrecho interés en la región.
Una de las mayores preocupaciones de Washington ha sido la creciente influencia de China en la zona. En particular, la presencia de la empresa Hutchison Holdings, con sede en Hong Kong, en los puertos de Balboa (en el Pacífico) y Cristóbal (en el Atlántico), que son clave para el funcionamiento del canal, ha generado tensiones.
Estados Unidos considera que esta situación representa una amenaza para la seguridad nacional y regional.
El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, visitó este martes las esclusas del Canal de Panamá y una base naval en Colón, donde fue acompañado por el administrador del canal, Ricaurte Vásquez.
Durante su visita, Hegseth elogió la decisión del presidente Mulino de desvincular a Panamá de la “Ruta de la Seda” y aseguró que esta medida refleja un claro entendimiento de la amenaza que representa la presencia de China en la región.
La decisión de Panamá se produjo después de que una auditoría de la Contraloría de Panamá revelara que Hutchison, la subsidiaria de la compañía china, había incumplido su contrato en varios aspectos, entre ellos la falta de pago de unos 1.200 millones de dólares al país por la concesión portuaria.
Este informe se dio a conocer el lunes, justo antes de la llegada de Hegseth a Panamá. En respuesta a las tensiones, Hutchison había anunciado en marzo su intención de vender sus puertos en Panamá a un consorcio estadounidense, aunque la transacción no se concretó debido a una investigación por parte de los reguladores chinos.
Durante la visita de Hegseth, también se recordó que en febrero, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, pidió al gobierno de Panamá que tomara medidas concretas para reducir la presencia china en el país.
En respuesta, el presidente Mulino anunció que no renovaría el acuerdo económico y comercial conocido como la “Franja y la Ruta de la Seda”, firmado en 2017 por el gobierno de Panamá con China.
Aunque la decisión fue bien recibida por Washington, no estuvo exenta de controversia. Mientras Hegseth se reunía con Mulino, unas 200 personas, convocadas por sindicatos y organizaciones de izquierda, protestaron en el centro de la ciudad contra la visita.
Los manifestantes, que ondeaban banderas panameñas y quemaban la bandera de Estados Unidos, expresaron su rechazo a la injerencia extranjera en los asuntos internos del país. En uno de los carteles se leía: “Trump, saca tus manos de Panamá”.