Perú – El escandaloso caso de la “novia fugitiva” de Bagua, Perú, sigue generando polémica, especialmente tras la viralización de un video en el que Elena Mary Barrantes, con lágrimas en los ojos, grita “perdón a todos, no acepto”.
Su inesperada huida durante la ceremonia matrimonial ha captado la atención de miles de personas en redes sociales.
Sin embargo, Elena decidió romper el silencio y revelar las verdaderas razones detrás de su sorpresiva acción, desmintiendo los rumores que indicaban que había sido amenazada.
Elena desveló los detalles de su historia, aclarando que su decisión de abandonar el altar no tuvo nada que ver con amenazas hacia su entonces prometido.
“No fue por miedo ni por amenazas, fue por algo mucho más doloroso: una infidelidad que descubrí justo un día antes de la boda”, explicó Elena.
Un amor que comenzó entre papas fritas
La historia de Elena y Clever Huayán comenzó de una manera poco convencional. Mientras ella vendía papas en la circunvalación de Bagua, Clever, quien se convirtió en su cliente habitual, comenzó a hablar con ella. “Me preguntaba si era soltera, y luego me invitó a cenar”, recordó Elena.
Tras una semana de conocerse, comenzaron una relación y, al mes, ya estaban planeando su boda. Clever, según cuenta Elena, se mostró muy decidido: “Me dijo que no me preocupara, que él se encargaría de todo, y pagó por la boda sin que yo tuviera que hacer nada”.
El descubrimiento que cambió todo
El 13 de febrero de 2025, un día antes del esperado matrimonio, una amiga le mostró a Elena una foto comprometedora que evidenciaba la infidelidad de Clever con otra mujer de la misma localidad.
“Me engañó con otra chica de Bagua, y mi amiga me lo mostró con una foto. Fue un golpe muy duro, pero decidí no hacer escándalo, solo quedarme tranquila para ver cómo afrontarlo”, relató la joven.
La huida del altar
El día de la boda, entre la confusión y el dolor, Elena no pudo más con la carga emocional. Aunque sentía cariño por Clever, la traición había roto su confianza.
“Lo quiero, pero no lo amo. Él me decía que con el tiempo lo iba a amar, pero ese día no pude más. Las lágrimas me invadieron y, en ese momento, dije ‘Perdón a todos, no acepto’, me quité los zapatos y me fui corriendo”, contó entre sollozos.
Con esta confesión, Elena finalmente aclaró su verdad y dejó claro que su huida no estuvo motivada por amenazas, sino por el profundo dolor de una traición que no pudo soportar.
