Tegucigalpa, Honduras – La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y su esposo y asesor, el expresidente Manuel Zelaya, serán representados en monigotes y quemados en la última noche de 2024, en una tradición popular que mezcla crítica social y celebración, informó el artesano Luis Lagos.
Lagos, reconocido por elaborar estas figuras simbólicas que despiden el “Año Viejo”, destacó que esta representación de la pareja presidencial no incluye cohetes ni petardos debido a la prohibición municipal del uso de pólvora durante las fiestas de Nochebuena y Nochevieja.
“Es una manifestación pacífica”
El artesano subrayó que su creación es un mensaje respetuoso pero crítico hacia los gobernantes. “Es para que puedan reflexionar y revertir las cosas en favor del pueblo. Nos hemos sentido agobiados por tantas situaciones negativas, como el aumento en el costo de la canasta básica, la inflación y la devaluación de la moneda”, explicó.
Entre los elementos destacados está un caballo blanco, símbolo de Manuel Zelaya, quien fue derrocado en 2009 y ha mantenido una figura polémica en la política nacional. Lagos indicó que muchos hondureños contribuyeron con ideas para definir los personajes que representarían al “Año Viejo” este 2024.
Críticas al contexto económico y social
El artesano también expresó su preocupación por la falta de empleo, el encarecimiento del dólar y la migración de la mano de obra nacional. “Esperamos que en 2025 puedan revertir estas situaciones si quieren continuar en el poder”, agregó.
La tradición de quemar monigotes de figuras públicas como señal de descontento no es nueva en Honduras. Expresidentes como Juan Orlando Hernández, condenado en Nueva York por narcotráfico, y Rafael Callejas han sido protagonistas de esta práctica en años anteriores.
En 2022, Xiomara Castro también fue representada junto a su esposo montados en un caballo, como una petición simbólica para que mejorara su gestión en 2023.
Sin embargo, para muchos hondureños, los desafíos sociales y económicos persisten, convirtiendo esta tradición en una forma de expresar frustraciones y esperanzas para el nuevo año.
