La madre de Shani declaró: “Ahora tenemos pruebas de que Shani está viva, pero sufre una grave lesión en la cabeza y se encuentra en estado crítico. Cada minuto es crucial”.
La madre de Shani, Ricarda Louk, ha hecho un llamado desesperado al gobierno federal a través de un vídeo dirigido a BILD. En este mensaje, implora por ayuda urgente para sacar a Shani de la Franja de Gaza.
Desde el fin de semana, un video ha conmocionado al mundo entero: muestra a una víctima gravemente herida, con rastas y llamativos tatuajes, que yace inmóvil en un camión rodeado de terroristas de Hamás, mientras una multitud los vitorea. Los padres de Shani están convencidos de que se trata de su hija y creen que el video fue grabado en territorio palestino.
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La familia recibió la noticia de la hospitalización de Shani desde la Franja de Gaza. La madre de Shani declaró: «Ahora tenemos pruebas de que Shani está viva, pero sufre una grave lesión en la cabeza y se encuentra en estado crítico. Cada minuto es crucial».
Fuentes palestinas han informado a sus familiares que la joven de 22 años se encuentra en un hospital de Gaza. Ricarda Louk hace un llamado a las autoridades alemanas y pide ayuda sin entrar en disputas sobre competencias.
Anteriormente, se había descubierto una pista sobre la desaparición de la joven en la ciudad de Gaza: su tarjeta de crédito fue utilizada el domingo por la tarde en una tienda cercana al «Hospital Indonesio». Aunque no se retiró dinero, Ricarda Louk recibió una alerta del banco por correo electrónico.
Antes del letal ataque perpetrado por Hamás en Israel, la joven alemana, con raíces en Ravensburg, Baden-Württemberg, había estado celebrando en el «Supernova Festival» cerca del Kibbutz Re’im junto a su novio mexicano Orion Hernández y otros amigos en un festival de música electrónica. Poco después de las 7 de la mañana del sábado, los palestinos lanzaron un ataque con cohetes, ametralladoras y granadas de mano contra los asistentes a la fiesta. Testigos presenciales reportaron una masacre, ya que los terroristas intentaron causar el máximo daño posible. Al menos 260 personas perdieron la vida, muchas resultaron heridas y algunas fueron secuestradas.
Durante el ataque terrorista, Shani llamó a su familia desde el lugar del festival. Su madre, Ricarda Louk, tuvo una breve conversación con ella en la que le preguntó si tenía acceso a un refugio. En medio de los disparos, su hija parecía confundida, pero prometió buscar refugio. Después de eso, la comunicación se interrumpió. Según lo que la familia pudo reconstruir posteriormente, Shani Louk y su novio intentaron huir con otros amigos en dos autos, pero se perdieron de vista. Los amigos lograron esconderse entre los arbustos y, desde entonces, han reaparecido sanos y salvos, pero Shani y su novio siguen desaparecidos.
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