Mulino visitó la provincia de Darién a pocos días de su investidura, señalando la importancia que dará al tema migratorio.
Panamá
El derechista José Raúl Mulino ha asumido este lunes la presidencia de Panamá, comprometiéndose a frenar el paso de migrantes a través de la peligrosa selva del Darién.
Además, promete revitalizar la economía del país, que depende en gran medida del canal interoceánico.
Promesas y desafíos económicos
José Raúl Mulino, un abogado de 65 años conocido por su temperamento fuerte y fama de autoritario, prestará juramento para un mandato de cinco años.
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Mulino llega al poder respaldado por la popularidad del controvertido expresidente Ricardo Martinelli, a quien reemplazó como candidato en los comicios del 5 de mayo.
Rebecca Bill Chávez, presidenta del centro de análisis Diálogo Interamericano, afirmó a AFP que distanciarse de Martinelli, sancionado por Estados Unidos por corrupción, y su propuesta de cerrar el paso por el Darién favorecerán la futura relación de Mulino con Washington.
“A los panameños lo que nos interesa es que mejore la economía, que haya trabajo”, declaró una estudiante a AFP.
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Crisis migratoria en el Darién
En la víspera de su investidura, Mulino se reunió con el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, y firmará un convenio para repatriar migrantes que atraviesen la selva del Darién, fronteriza con Colombia.
Más de 200,000 personas, en su mayoría venezolanos, han atravesado este año el tapón del Darién, una región donde operan bandas criminales que secuestran, roban y violan a los migrantes. Muchos no sobreviven a esta inhóspita jungla.
Mulino visitó la provincia de Darién a pocos días de su investidura, señalando la importancia que dará al tema migratorio.
La politóloga Sabrina Bacal comentó a AFP que un acuerdo migratorio con Panamá sería favorable en un año electoral en Estados Unidos, aunque destacó la necesidad de una colaboración multilateral para que las repatriaciones sean efectivas.
Heredando una economía en crisis
Mulino toma el relevo de Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), enfrentando un déficit fiscal del 7.4%, una deuda pública de 50,000 millones y un sistema de seguridad social colapsado.
El nuevo presidente ha prometido tomar decisiones sin temor para recuperar la bonanza económica del gobierno de su “amigo” Martinelli (2009-2014).
Uno de sus desafíos inmediatos será asegurar el suministro de agua para el canal de Panamá, vital para la economía del país, que en el último año ha visto reducido el tránsito de buques debido a una sequía.
El enigma Martinelli
El futuro de Ricardo Martinelli y su papel en el gobierno de Mulino es incierto.
Chávez comentó que Mulino ha insinuado su interés en desarrollar una identidad política propia, independiente de la del exgobernante.
Mulino declaró recientemente que la situación de Martinelli no pasa por él como presidente, respondiendo a preguntas sobre un posible salvoconducto o indulto para el expresidente.
Mulino gobernará con un Congreso en el que los independientes son la primera fuerza, pero su partido Realizando Metas (RM), fundado por Martinelli, controla la junta directiva y podría dominar el parlamento en alianza con partidos tradicionales.
A su investidura asistieron el rey de España, Felipe VI, y los presidentes Rodrigo Chaves (Costa Rica), Xiomara Castro (Honduras) y Luis Abinader (República Dominicana), entre otros dignatarios.
