La capital hondureña se despertó este domingo con una noticia que enluta a la comunidad: un menor de apenas siete años, identificado como Arnold Neptalí Gómez, fue hallado sin vida en el interior de una bodega ubicada en la aldea El Tablón, en el Distrito Central.
Según los primeros informes, el niño habría sido inducido por un sujeto a ingresar a la bodega, dedicada a la venta de plásticos, donde se produjo el lamentable desenlace. Las cámaras de seguridad del sector captaron los últimos momentos en que Arnold fue visto con vida, permitiendo a las autoridades reconstruir parte de la secuencia del hecho.
La familia del menor reportó su desaparición ante la Policía Nacional, lo que activó un operativo de búsqueda que terminó con la captura de dos personas vinculadas al caso. Uno de los detenidos habría aceptado haberle quitado la vida al menor, según fuentes oficiales.
El caso ha reavivado la preocupación por la violencia que afecta a los más jóvenes en Honduras. De acuerdo con cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), un promedio de siete personas muere diariamente en hechos violentos en el país, un recordatorio sombrío de la vulnerabilidad de la población frente a la criminalidad.
Las autoridades judiciales y policiales mantienen la investigación abierta para esclarecer los motivos y circunstancias del crimen, mientras la comunidad se enfrenta a un duelo que mezcla dolor, indignación y la urgencia de medidas que protejan a los niños en todo el territorio nacional.
