Ciudad del Vaticano — La Iglesia Católica tiene un nuevo líder espiritual. Tras dos jornadas de deliberaciones en la Capilla Sixtina, los cardenales reunidos en cónclave desde el 7 de mayo han alcanzado un consenso y elegido al sucesor del Papa Francisco en la cuarta votación, misma ronda en la que fue elegido Juan Pablo I.
La tradicional fumata blanca, símbolo inequívoco de que se ha elegido un nuevo Papa, emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina este miércoles, desatando una oleada de júbilo entre los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Los vítores y aplausos no se hicieron esperar mientras las campanas del Vaticano repicaban anunciando al mundo el esperado “Habemus Papam”.
Aunque aún no se ha revelado públicamente la identidad del nuevo pontífice, se espera que en los próximos minutos un cardenal de alto rango se asome desde la logia central de la Basílica de San Pedro para pronunciar las solemnes palabras latinas: “Habemus papam“. Acto seguido, anunciará el nombre de nacimiento del elegido y el nombre que adoptará durante su pontificado. El nuevo Papa saldrá entonces al balcón para impartir su primera bendición como cabeza de la Iglesia.
El Papa Francisco, primer pontífice originario de América, falleció dejando una Iglesia más abierta y modernizada, lo que marcó un punto de inflexión en la historia del Vaticano. El nuevo Papa heredará el desafío de continuar con esta línea de reformas o redirigir el timón hacia posturas más tradicionales. Entre los nombres que sonaban como favoritos figuraban el conservador cardenal guineano Robert Sarah y el filipino de ascendencia española Luis Antonio Tagle.
El mundo católico permanece expectante por conocer al nuevo sucesor de San Pedro, quien guiará a más de mil millones de fieles en una etapa clave para el futuro de la Iglesia.
