Estados Unidos – El empresario multimillonario Elon Musk anunció el miércoles su renuncia al cargo de director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un puesto que le fue otorgado por el presidente estadounidense Donald Trump con el objetivo de recortar el gasto público.
A través de su plataforma X, Musk escribió:
“Ahora que mi mandato como empleado especial del Gobierno llega a su fin, agradezco al presidente Trump por la oportunidad de reducir el gasto superfluo. La misión del DOGE solo se reforzará con el tiempo, ya que se convertirá en una forma de vida en todo el Gobierno”.
Rompimiento con Trump por nueva ley de gastos
La renuncia de Musk se produce luego de su primera ruptura pública con el mandatario republicano, tras la aprobación en la Cámara de Representantes del polémico proyecto legislativo titulado “Un gran y hermoso proyecto de ley”, que contempla amplias desgravaciones fiscales y recortes presupuestarios.
Durante una entrevista con CBS News, el fundador de Tesla y Space X criticó duramente la medida:
“Me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario en lugar de reducirlo, y socava el trabajo del equipo del DOGE”.
Musk, uno de los principales donantes de la campaña de Trump en 2024, se quejó además de que su oficina en la Casa Blanca se había convertido en el “chivo expiatorio” de las fallas en la gestión pública.
En declaraciones al Washington Post, el empresario reiteró su frustración:
“DOGE se está convirtiendo en el chivo expiatorio de todo”, dijo desde la base de lanzamiento Starbase en Texas, previo al más reciente despegue de Space X.
La Casa Blanca responde sin confrontar
La administración Trump evitó mencionar a Musk directamente, pero el subjefe de gabinete Stephen Miller publicó en X que “el Gran y Hermoso Proyecto de Ley NO es un presupuesto anual” y que los recortes de DOGE tendrían que aprobarse en otro proyecto de ley específico, según las normas del Senado.
A pesar del distanciamiento, Musk aclaró que seguirá comprometido con su visión de un Gobierno más eficiente desde el ámbito privado. No obstante, su salida representa una fisura significativa con uno de los principales aliados empresariales del actual presidente.
