
Tegucigalpa. El Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que, con un avance del 90.06 % en el escrutinio de las elecciones generales del pasado 30 de noviembre, se han contabilizado 60,384 votos en blanco y 108,185 votos nulos, cifras que continúan en aumento conforme se procesan más actas.
De acuerdo con los datos oficiales, hasta ahora se han revisado 17,262 de las 19,167 actas electorales, lo que confirma que más del 3 % de los votos emitidos resultaron nulos.
Aunque este porcentaje se mantiene dentro de los márgenes considerados normales en procesos electorales, especialistas advierten que refleja un mensaje claro de la ciudadanía hacia la clase política.
Analistas en temas electorales señalan que una parte importante del electorado confía en el proceso democrático, pero no necesariamente en las opciones políticas que se le presentan. En ese contexto, anular el voto se convierte en una forma de expresar rechazo o inconformidad con los candidatos.
Voto de protesta y falta de educación electoral
El politólogo Luis León explicó que el voto nulo puede tener distintos significados. “Hay ciudadanos que anulan su voto de manera consciente como protesta por la falta de opciones que les representen, pero también están quienes lo anulan por errores al momento de marcar la papeleta”, señaló.
En cuanto al voto en blanco, los expertos coinciden en que se trata de una decisión deliberada del elector. “Este tipo de voto refleja que la persona no logró identificarse con ningún candidato y prefirió no elegir a nadie”, explicaron analistas consultados.
La elevada cantidad de votos nulos también pone en evidencia una deuda histórica en materia de educación electoral.
Especialistas apuntan que esta carencia se hace más visible en la papeleta de diputados, considerada una de las más complejas del proceso, donde un error mínimo puede invalidar por completo el sufragio.
A criterio de los expertos, fortalecer la educación electoral debería ser una prioridad permanente y no un tema secundario durante las campañas políticas.
“La mayoría de los actores políticos no le da importancia a enseñar cómo votar y se concentra en disputas estériles, sin entender que un elector informado fortalece la democracia”, subrayaron.



