
La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) mantiene un despliegue activo este domingo en el municipio de San Antonio de Flores, departamento de El Paraíso, donde supervisa de cerca la elección extraordinaria convocada para repetir los comicios que no pudieron realizarse el pasado 30 de noviembre.
Desde tempranas horas, los observadores internacionales verifican el funcionamiento de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), el cumplimiento de las normas electorales y la correcta instalación del proceso, con el objetivo de fortalecer la transparencia y la confianza ciudadana en una jornada considerada clave para el actual escenario político del país.
De acuerdo con el padrón electoral, más de 4,000 ciudadanos están habilitados para ejercer el sufragio en este municipio del oriente hondureño, donde la votación se desarrolla bajo una estricta vigilancia nacional e internacional.
¿Por qué se repite la elección?
La elección extraordinaria fue ordenada luego de que, el 30 de noviembre, no lograran instalarse las JRV debido a la falta de credenciales asignadas al Partido Liberal, situación que impidió la apertura de los centros de votación y dejó sin efectos la jornada electoral.
Ante esta irregularidad, el Consejo Nacional Electoral (CNE) activó el artículo 281 de la Ley Electoral, que establece la repetición de votaciones cuando estas no pueden celebrarse por causas imprevistas o ajenas a la voluntad de los electores.
El CNE garantizó que, para esta nueva jornada, se subsanaron las fallas administrativas, a fin de permitir que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto sin contratiempos.
Una votación pequeña, pero decisiva
Aunque San Antonio de Flores cuenta con 4,996 electores, su elección ha cobrado relevancia nacional debido al estrecho margen en los resultados preliminares de las elecciones generales, que aún mantienen al país a la espera de la definición de la presidencia para el período 2026.
En este contexto, los resultados de este municipio podrían incidir en el balance final del proceso electoral, lo que ha elevado la atención política y mediática sobre una jornada que, en condiciones normales, habría pasado casi desapercibida.



