
Tegucigalpa, Honduras. La comunidad educativa y deportiva en Ohio, Estados Unidos, se encuentra consternada tras la deportación del joven hondureño Emerson Colindres, quien fue expulsado a Honduras el pasado miércoles 18 de junio, apenas semanas después de haberse graduado de la secundaria con honores.
Colindres, conocido por su talento en el fútbol juvenil y su excelente rendimiento académico, fue detenido durante una cita rutinaria con agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Cincinnati.
A pesar de no tener antecedentes penales ni cargos judiciales, su deportación fue ejecutada debido a una orden final emitida previamente por un juez de inmigración.
“Es devastador. Pero no nos rendiremos”, expresó la profesora Johanna Froelicher, una de las docentes del joven, en declaraciones a medios locales. Lamentó que un estudiante disciplinado, con futuro prometedor, haya sido obligado a abandonar el país sin cometer ningún delito.
Una promesa deportiva con futuro universitario
Emerson era considerado una promesa del fútbol juvenil en Ohio, con varias cartas de recomendación de entrenadores que buscaban apoyarlo en la obtención de becas deportivas universitarias. Su repentina deportación truncó ese futuro, dejando un profundo vacío en su escuela y comunidad deportiva.
Su madre, que aún reside legalmente en Estados Unidos, ya ha adquirido boletos de salida voluntaria para reunirse con su hijo en Honduras. “No quiero que él esté solo. Haré lo que sea por estar con él”, declaró.