
Santiago de Chile – Chile inició este domingo la jornada de votación de la segunda vuelta presidencial, con la apertura de 3.379 locales electorales y 40.473 mesas, en un proceso clave que definirá al sucesor del presidente Gabriel Boric.
Más de 15,6 millones de ciudadanos están convocados a ejercer su voto de carácter obligatorio, en una contienda que enfrenta a la candidata comunista y representante de una amplia alianza progresista, Jeannette Jara (51), y al ultraderechista José Antonio Kast (59), fundador del Partido Republicano.
Desde tempranas horas, las autoridades electorales reportaron normalidad en la instalación de mesas y llamaron a la ciudadanía a participar en una elección que, según analistas, podría marcar un giro político significativo para el país sudamericano.
Kast llega como favorito, pero crece la expectativa
De acuerdo con sondeos y análisis publicados antes del inicio de la veda electoral, José Antonio Kast llega a la segunda vuelta como claro favorito, lo que ha trasladado la atención no tanto al resultado final, sino al margen de victoria que podría obtener.
Kast logró el 23,9 % de los votos en la primera vuelta, y posteriormente sumó el respaldo del ultraderechista libertario Johannes Kaiser y de la exalcaldesa Evelyn Matthei, figura de la derecha tradicional. Estas adhesiones le permitirían concentrar más del 50 % de las preferencias, según proyecciones.
Católico ultraconservador y padre de nueve hijos, Kast podría convertirse en el primer presidente chileno que defendió públicamente la continuidad del régimen de Augusto Pinochet durante el plebiscito de 1988. No obstante, durante la campaña centró su discurso casi exclusivamente en seguridad y migración, las principales preocupaciones ciudadanas, evitando profundizar en temas de libertades individuales o memoria histórica.
Jara apuesta al bloque progresista
Jeannette Jara, quien obtuvo el 26,9 % en la primera vuelta, enfrenta el desafío de ampliar su base electoral pese a contar con el respaldo de una coalición progresista inédita, que va desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana.
La candidata ha buscado desmarcarse de la impopularidad del gobierno de Boric, enfrentar el arraigado anticomunismo en sectores del electorado y advertir sobre los riesgos de un eventual gobierno de ultraderecha. Su campaña ha resaltado su papel en leyes emblemáticas, como el aumento del salario mínimo, la reforma de pensiones y la reducción de la jornada laboral a 40 horas.
Un Congreso dividido y un país polarizado
Quien resulte electo asumirá el 11 de marzo en un escenario político complejo, con un Parlamento fragmentado, donde la derecha y ultraderecha están a solo dos diputados de la mayoría y los votos del Partido de la Gente (PDG) serán decisivos.
Desde 2006, Chile ha vivido una alternancia constante entre izquierda y derecha, sin que un presidente entregue el poder a un sucesor de su mismo signo político.
Los centros de votación cerrarán a las 18:00 hora local y se prevé que los primeros resultados oficiales comiencen a conocerse un par de horas después, en una jornada que mantiene al país y a la región en expectativa.



