Georgia, Estados Unidos – Los centros de detención de inmigración en Georgia, Estados Unidos, enfrentan una grave crisis de hacinamiento y denuncias por violaciones a los derechos humanos, luego de que aumentara el número de arrestos de indocumentados desde que Donald Trump asumió la presidencia.
La situación se ha vuelto alarmante tras confirmarse la segunda muerte de un migrante en menos de un mes en el Centro de Detención de Stewart (SDC), ubicado en Lumpkin, una remota localidad al sur del estado.
Se trata de Jesús Molina-Veya, de 45 años, originario de México, quien aparentemente se quitó la vida, según informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Con este caso, ya suman 23 migrantes fallecidos en esa prisión desde que comenzó a operar en 2006, según la organización El Refugio, que asiste a familiares de personas detenidas en el SDC.
“Un sistema cruel que niega lo básico”
Amílcar Valencia, director ejecutivo de El Refugio y defensor de los derechos de los inmigrantes, denunció que en el centro hay más de 2,000 personas detenidas, aunque su capacidad oficial es de 1,752.
“En los últimos dos meses hemos escuchado historias de personas que duermen en colchones en el piso porque las unidades están sobrepobladas. Donde debe haber 60 o 70 personas, ahora hay más de 100”, relató.
Valencia calificó como “traumática” la situación en el SDC y exigió la liberación inmediata de todas las personas detenidas, en especial aquellas con problemas de salud o mujeres embarazadas. “Otra muerte es un duro recordatorio de la crueldad de un sistema que no proporciona ni atención básica”, expresó.
“Dormíamos en el piso”: testimonio de una joven mexicana
Ximena Arias-Cristóbal, una joven mexicana de 19 años, también denunció las condiciones del centro ante un comité del Senado de EE.UU. La adolescente estuvo dos semanas detenida por un error policial.
“Nos negaban comida nutritiva, acceso a higiene básica y condiciones dignas para dormir. Dormíamos en el piso”, testificó.
ICE niega las acusaciones
En un comunicado oficial, ICE afirmó que “mantiene su compromiso de garantizar que todas las personas bajo su custodia residan en entornos seguros, protegidos y humanos”. Además, aseguraron que se brinda atención médica integral desde el ingreso del detenido.
No obstante, activistas y organizaciones pro inmigrantes insisten en que la realidad dentro del SDC contradice estas declaraciones y exigen al Gobierno federal una investigación exhaustiva, además de un cambio inmediato en las políticas migratorias y en el trato hacia los detenidos.
