Controlar el tráfico y consumo de drogas en las cárceles del país, no es prioridad para las autoridades, dijo un exagente de la Unidad de Investigación de la Policía Nacional.
Asegura que los privados de libertad negocian con los directores penitenciarios el 30% de las sustancias prohibidas que ingresan a prisión, pero que el 70% lo trafican entre rejas.
Luego ese 30% es presentado ante los medios de comunicación como “golpes” a las estructuras criminales que, según las autoridades, intentan ingresar droga a las cárceles.
Agregó que cada módulo cuenta con su coordinador y subcoordinador y que, en su momento, le consultó al director penitenciario “por qué dejan ingresar tanta droga”, a lo que respondió:
“Lo hacen para evitar un aumento de asesinatos en el interior del reclusorio”.
¿Qué pasa con el bloqueo de celulares?
Hay una torre oculta que se instala cerca de los centros penitenciarios, dice el exagente.
Esto permite que el bloqueo de llamadas instalado por las autoridades sea superado.
Los mandos están al tanto de estas estrategias, pero hasta la fecha las han ignorado, asegura la fuente.
El enlace en el reclusorio entre las autoridades y la pandilla MS13 es el exmiembro de la Policía Nacional, Álvaro Ernesto García Calderón.
García Calderón fue enviado a la cárcel de Tamara, acusado de extorsión, según el exagente.
Fue capturado en una mansión ubicada en Valle de Ángeles y le incautaron bienes asociados con la mara salvatrucha MS-13.
Seguridad de bandas a cargo de exsubcomisionado
La seguridad de las bandas criminales al interior de la Penitenciaría Nacional “Marco Aurelio Soto” está a cargo del exsubcomisionado Jorge Alberto Barralaga Hernández.
Quien purga una condena de 10 años de reclusión por el delito de lavado de activos.
El mayor Mariano Díaz Chávez, implicado en el asesinato de la líder indígena hondureña Berta Cáceres, exmiembro de las Fuerzas Armadas de Honduras, es quien tiene el control del tráfico de drogas al interior del recinto ubicado en Támara, Francisco Morazán.
Además, varios agentes penitenciarios prestan hasta sus uniformes a los reclusos para que puedan salir a cometer sus fechorías afuera de las cárceles, pese a contar con una condena, revela el exagente.
Sicarios vestidos de agentes abandonan las cárceles portando indumentaria policial como botas y zapatos policiales.
También, chaleco antibalas, insignias, parches y con las poderosas armas de fuego que inundan los recintos penitenciarios de Honduras.
Datos
- Los cinco delitos más recurrentes por parte de los hondureños que están presos son tráfico y venta de droga.
- Asimismo, portación ilegal de armas, robo, extorsión y homicidio.
- Agentes penitenciarios prestan sus uniformes a los sicarios para salir de la cárcel a cometer sus fechorías, revela exagente.
- Exoficiales establecen contactos entre autoridades y cabecillas y les garantizan seguridad. También controlan tráfico de drogas en los recintos.
