São Paulo
Brasil se encuentra en estado de alerta ante un brote alarmante de dengue, con 512,353 casos probables y 75 muertes confirmadas en lo que va del año, según el último boletín del Ministerio de Salud. Además, se investigan 340 fallecimientos con posible relación con el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
Solo en enero, el país sudamericano experimentó un aumento del 400% en los casos probables de dengue, llegando a 462,750. En las primeras dos semanas de febrero, los casos ascienden a 171,703, acercándose a la cifra total de todo febrero del año anterior (196,068).
El Distrito Federal de Brasilia es la región más afectada, con una incidencia de 2,286.2 casos probables por cada 100,000 habitantes. Ante la situación crítica, se ha establecido un hospital de campaña en Brasilia con el apoyo de la Fuerza Aérea Brasileña para aliviar la presión en la red hospitalaria. Grandes ciudades, como Río de Janeiro, también enfrentan una “emergencia por salud pública”.
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva ha llamado a la colaboración de todos los sectores para combatir la reproducción del Aedes aegypti mediante fumigación en zonas endémicas y eliminación de agua almacenada.
El 75% de los casos ocurren dentro de las viviendas, según el Ministerio de Salud, instando a la población a intensificar las medidas preventivas. Factores como altas temperaturas y fuertes lluvias han contribuido al aumento de casos de dengue en varias regiones del país.
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