Tegucigalpa. — El expresidente Juan Orlando Hernández (JOH) reaccionó este martes a las declaraciones de la presidenta Xiomara Castro, quien denunció presuntas amenazas de un golpe de Estado, y aseguró que dichas acusaciones son “completamente falsas”, negando cualquier plan de ingreso al país o intento de ruptura del orden constitucional.
A través de un extenso mensaje publicado en su cuenta de X, Hernández sostuvo que la narrativa impulsada desde el oficialismo busca sembrar pánico, desviar la atención y generar caos político, una práctica que según afirmó ha sido recurrente por parte de los líderes del partido Libertad y Refundación (Libre).
El exmandatario aseguró que durante más de una década su nombre ha sido utilizado como “cortina de humo” para distraer a la población de los problemas estructurales del país, y afirmó que el actual gobierno ha recurrido al odio y la mentira para ocultar lo que calificó como un “fracaso absoluto” en la gestión pública.
Niega retorno y pide respeto al proceso electoral
Hernández fue enfático al señalar que no tiene intención de regresar a Honduras en este momento, argumentando que el actual gobierno no respeta según su versión las garantías ni los derechos fundamentales, y que su seguridad personal y la de su familia estarían en riesgo.
Asimismo, llamó a la ciudadanía y a todos los sectores políticos a mantener la atención en el escrutinio especial y a esperar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) emita los resultados oficiales, insistiendo en que el proceso debe ser acompañado por la observación nacional e internacional.
“Las elecciones le interesan a toda la sociedad hondureña, no únicamente a los partidos políticos”, expresó, al rechazar cualquier intento de desviar el foco del proceso poselectoral.
Denuncia amenazas y responsabiliza al gobierno
En su pronunciamiento, el expresidente afirmó contar con información sobre supuestos planes para atentar contra su vida y la de su familia, diferenciando entre la confrontación política y el riesgo a la integridad humana.
En ese contexto, responsabilizó directamente a los líderes del gobierno y a la cúpula de Libre por cualquier atentado, persecución o daño que pudiera sufrir él o su entorno familiar, advirtiendo que la historia juzgará a quienes según dijo utilizan el poder del Estado para intimidar y sembrar odio.
