
Tegucigalpa — La Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) presentó este martes su declaración preliminar sobre las elecciones generales del 30 de noviembre, un proceso que, aunque culminó con una jornada ordenada y pacífica, estuvo marcado por fuertes crisis institucionales que afectaron la confianza pública.
El informe fue presentado en conferencia de prensa por el jefe de la misión, Francisco Assis, junto a integrantes de la delegación del Parlamento Europeo. La MOE UE desplegó 138 observadores provenientes de 26 Estados miembros de la Unión Europea, además de Canadá y Noruega, quienes visitaron 414 mesas durante la votación y 45 durante el escrutinio.
“El pueblo hondureño votó en paz”, pero el sistema mostró debilidades
Durante la presentación, Assis destacó que el día de las elecciones se desarrolló sin incidentes graves y con un ambiente cívico ejemplar.
“El pueblo hondureño votó pacíficamente y en general se respetaron los procedimientos”, afirmó.
No obstante, señaló que persisten retos estructurales que deben abordarse para fortalecer la integridad de futuros procesos electorales. La misión permanecerá en el país mientras continúa el escrutinio y reiteró su llamado a que todos los actores políticos actúen con responsabilidad y transparencia.
El jefe de la delegación del Parlamento Europeo, Hélder Sousa Silva, resaltó la asistencia masiva de los hondureños a las urnas y calificó la jornada como una “victoria de la democracia”.
Añadió que Europa seguirá acompañando al país en el fortalecimiento institucional.
Principales hallazgos de la misión europea
La declaración preliminar de la MOE UE expone una serie de conclusiones que apuntan a deficiencias profundas del sistema democrático hondureño:
Una jornada ejemplar pese al ambiente tenso
La votación fue calificada como buena o muy buena en el 97% de las mesas observadas.
El personal electoral cumplió los procedimientos y se respetó el secreto del voto. La presencia de observadores nacionales fortaleció la transparencia.
Crisis en el CNE y parálisis del TJE
Las disputas políticas internas afectaron el funcionamiento del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal de Justicia Electoral (TJE).
El CNE mantuvo una comunicación pública inconsistente, lo que mermó la confianza ciudadana.
El TJE, por su parte, quedó prácticamente paralizado desde finales de octubre debido a ausencias deliberadas de magistrados, acusaciones cruzadas y un proceso penal en curso, dejando al país sin una autoridad operativa para atender conflictos postelectorales.
Ataques y presiones contra la prensa
La misión alertó que la intimidación, las demandas judiciales y la difamación contra periodistas generaron un clima que fomenta la autocensura.
Señaló además que la comunicación gubernamental mezcló información pública con mensajes proselitistas del partido en el poder, y que la asignación de publicidad estatal fue selectiva.
Desinformación masiva y polarización en redes
El monitoreo de redes sociales detectó un ambiente altamente polarizado, plagado de teorías conspirativas, desinformación, ataques de género y contenidos generados por inteligencia artificial que alimentaron la tensión postelectoral.
La misión permanecerá en Honduras
La MOE UE recordó que su trabajo es independiente y que actúa bajo el principio de no injerencia. Permanecerá en el país hasta la conclusión del proceso y en las próximas semanas emitirá un informe final con recomendaciones para fortalecer la democracia hondureña.



