
Estados Unidos – Después de dos días de cacería humana en Utah, autoridades estatales y federales lograron detener al presunto responsable del asesinato del activista e influencer conservador Charlie Kirk, crimen que conmocionó a Estados Unidos.
El propio presidente Donald Trump confirmó la noticia en una entrevista con Fox News, al asegurar que “con un alto grado de certeza, tenemos bajo custodia al sospechoso del asesinato”.
La captura se produjo la noche del jueves en St. George, Utah, cerca del Parque Nacional Zion, a unos 400 kilómetros del campus donde Kirk fue atacado el miércoles durante un acto universitario.
Entregado por alguien cercano
De acuerdo con Trump, la detención fue posible gracias a que “alguien muy cercano” al sospechoso lo delató y colaboró con las autoridades. Según fuentes citadas por medios locales, se trataría del propio padre del joven, identificado extraoficialmente como Tyler Robinson, de 22 años.
El mandatario reveló que un ministro religioso vinculado a las fuerzas del orden también habría tenido un papel clave en la entrega. “Eso es lo que pasa cuando se tienen buenas fotos”, añadió en referencia a las imágenes difundidas el jueves por el FBI, que ofrecía una recompensa de 100.000 dólares.
Una investigación en curso
Aunque Trump adelantó detalles de la captura, las autoridades federales aún no han revelado oficialmente el nombre del detenido, ya que se ejecutan órdenes de registro y continúan las pesquisas.
El New York Times confirmó que el joven permanece bajo custodia policial en Utah y está siendo interrogado.
“Trabajamos con la policía local, el gobernador Spencer Cox… Todos hicieron un gran trabajo”, celebró Trump en su intervención televisiva.
Duelo nacional por Kirk
El asesinato de Charlie Kirk, estrecho aliado del presidente estadounidense, ocurrió frente a más de 3,000 estudiantes en la Universidad del Valle de Utah, cuando un atacante le disparó en el cuello durante la primera parada de su “Gira del Regreso Estadounidense”.
El jueves, su cuerpo fue trasladado a Phoenix, Arizona, en el avión del vicepresidente JD Vance, quien incluso ayudó a cargar el ataúd. La viuda, Erika Kirk, también acompañó el féretro.
“Charlie no se merecía esto. Es horrible, simplemente horrible”, lamentó Trump.