Tegucigalpa, Honduras – Gabriel Rubí, excomisionado de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), compareció de manera voluntaria ante los juzgados competentes para responder a las acusaciones relacionadas con un presunto acto de corrupción en la compra de ventiladores mecánicos durante la pandemia del COVID-19.
Rubí explicó que se adquirieron respiradores móviles portátiles para los hospitales y señaló que tiene en su poder las actas que prueban la entrega de dichos equipos.
“Yo tengo las actas de que llegaron a los hospitales. Si se utilizaron o no, esa es responsabilidad de los directores de los centros de salud”, declaró a los medios de comunicación.
El excomisionado defendió la compra de los ventiladores, afirmando que el manual de la Secretaría de Salud (Sesal) indicaba la necesidad de los equipos, lo que justificó la adquisición durante la emergencia sanitaria.
En un comunicado emitido previamente, Rubí confirmó que se presentaría voluntariamente para aclarar las acusaciones que enfrenta por parte del Ministerio Público.
Se le vincula, junto con otros funcionarios, a compras irregulares realizadas durante la crisis del COVID-19.
“Reitero que soy completamente inocente y confío plenamente en que, una vez que se presenten las pruebas correspondientes, podré demostrar mi inocencia sin lugar a dudas”, manifestó Rubí.
El exfuncionario enfrenta un requerimiento fiscal por su presunta participación en estas irregularidades, mientras que las autoridades continúan investigando el manejo de fondos públicos destinados a la lucha contra la pandemia.
