Wild Thang y su dueña, Anne Lewis, recibieron un premio de 5.000 dólares en efectivo en el concurso “El perro más feo del mundo”.
Este pequinés de 8 años no tiene dientes, lo que hace que su lengua siempre esté afuera y su pata delantera tiene un movimiento involuntario como si nadara en todo momento.
Su historia, además, es un tanto dramática. Nació y creció en una perrera de Los Ángeles. Allí contrajo moquillo canino, una enfermedad infectocontagiosa de origen viral que tiene una alta morbilidad y mortalidad para los perros domésticos. “Sobrevivió, pero con daños permanentes”, dice su dueña, Ann Lewis.
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El concurso tiene más de 50 años de historia y tiene como objetivo fomentar la adopción y el amor a todos los perros de la ciudad.
La feria de Sonoma-Marin en Petaluma California vio desfilar ocho canes que aspiraban a alzarse la distinción, ante la felicidad y expectación de todos sus amos.
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