Arizona, Estados Unidos
David Michael Pagniano, de 62 años, ha sido sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en Arizona por haber enterrado viva a su esposa cerca de su casa, abandonándola hasta morir mientras sus hijas dormían en casa.
Pagniano se declaró culpable de la muerte de su esposa, Sandra Pagniano, en 2017, antes del inicio del juicio y sin llegar a un acuerdo de culpabilidad con la Fiscalía, permitiendo al juez determinar su sentencia.
El fiscal del condado de Yavapai, Dennis McGrane, indicó en un comunicado que había solicitado la pena de muerte debido a “las horribles circunstancias que rodearon el secuestro y asesinato” de Sandra Pagniano. “Sandra fue secuestrada de su casa mientras sus hijas dormían”, explica el comunicado. McGrane añadió que la víctima “fue atada con cinta adhesiva, conducida a un lugar remoto y enterrada viva”.
El fiscal también señaló que “la evidencia reveló que la víctima forcejeó vigorosamente mientras yacía en la tumba y probablemente estuvo consciente hasta cinco minutos después de ser enterrada”.
Sandra Pagniano, de 39 años, desapareció en mayo de 2017 mientras estaba en proceso de divorciarse de su esposo. Aunque estaban separados, ambos seguían viviendo en la misma casa con sus dos hijas pequeñas.
La Medicatura Forense del condado de Yavapai confirmó que Sandra había sido enterrada viva. Su cuerpo fue encontrado enterrado, atado y amordazado con cinta de embalaje en una zona rural 10 millas al noroeste de la casa de la pareja en Prescott, en el centro de Arizona.
Las autoridades recopilaron datos del teléfono celular de Pagniano que demostraron que estuvo en el área donde fue recuperado el cadáver tanto en los días anteriores al secuestro como en la noche en que ocurrió. Poco después, un gran jurado acusó a Pagniano de asesinato.
“Espero que la cadena perpetua traiga algún cierre para la familia de la víctima”, dijo McGrane en el comunicado.