
Tegucigalpa, Honduras – El general de brigada José Miguel Mejía Medina fue nombrado como nuevo director del Instituto Nacional Penitenciario (INP) de Honduras, en reemplazo del general Ramiro Muñoz, quien dejó oficialmente el cargo este martes.
La designación ocurre en un momento clave para el sistema penitenciario hondureño, marcado por desafíos en materia de seguridad, hacinamiento y violencia en los centros de privación de libertad.
Mejía Medina, quien anteriormente se desempeñaba como gerente administrativo del INP, asume ahora el liderazgo total de la institución encargada de gestionar las cárceles del país.
Por su parte, Ramiro Muñoz confirmó su salida tras un año de estar al frente del INP y aseguró que su salida obedece a decisiones internas de las Fuerzas Armadas.
“Quien a usted lo pone, a usted lo quita cuando considera conveniente. Los cargos públicos son eso, públicos, no son de uno”, expresó el general al ser abordado por periodistas.
Al ser consultado sobre su futuro dentro de las Fuerzas Armadas, respondió que será el jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, quien determine su nueva asignación. “Yo no me asigno solo, ellos son los que deciden”, dijo.
Muñoz también aprovechó para defender su labor durante su gestión: “Yo no tengo ningún trato, nada que ver ni con narcotraficantes, ni con mareros, ni con pandilleros, ni con ningún tipo de organización. Soy un general de la República de Honduras y las órdenes que cumplo son las legales. Ninguna orden ilegal yo la voy a obedecer”, subrayó.
El Instituto Nacional Penitenciario, creado en 2014, tiene como misión custodiar, rehabilitar y garantizar los derechos de las personas privadas de libertad, además de aplicar programas de reinserción social y velar por la seguridad interna en los centros penitenciarios.
Con este relevo en la dirección del INP, las autoridades buscan avanzar en la reorganización y modernización del sistema carcelario, en línea con los retos que enfrenta el país en el combate al crimen organizado y el respeto a los derechos humanos dentro de las cárceles.