Tegucigalpa, Honduras
Marysol Mejía, la mujer que se vio envuelta en una polémica al bajarse de su camioneta con un arma de fuego para confrontar a un limpiador de vidrios en el bulevar Morazán de Tegucigalpa, ha negado haber amenazado al joven con el arma.
“En ningún momento yo levanté mi arma y le apunté al señor. Después le reclamé con palabras”, explicó Mejía, argumentando que se sintió vulnerable tras ser insultada y agredida por el limpiador de vidrios en dos ocasiones previas durante el día.
La mujer alega que se bajó del vehículo con el arma en la mano porque se sentía amenazada y vulnerable, especialmente después de que el limpiador de vidrios lanzara agua a su vehículo y la insultara repetidamente. “Me sentí amenazada, nos dijo un montón de cosas horribles. Más temprano nos tiró agua en la cara”, denunció.
Mejía afirmó que no amenazó al limpiador de vidrios con el arma, y que se dirigirá voluntariamente a las autoridades, después de que el director de la Policía Nacional confirmara que estaba siendo buscada por agentes de la Policía.
“Yo me voy a presentar porque no soy delincuente. Obviamente ya me sacaron nombre, cara y vehículo. Ahora mi vida está en peligro con eso”, expresó Mejía.
El incidente, grabado por un conductor que estaba en el semáforo, se ha vuelto viral en las redes sociales, y ha generado un debate sobre la seguridad y la tolerancia en la población.
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