Puerto Príncipe, Haití
La ola de violencia que azota a Haití está teniendo repercusiones devastadoras en la economía del país, y los expertos advierten que los desafíos económicos están en aumento, a pesar de las señales de mejora que se vislumbraban a principios de 2024 en comparación con el año anterior.
Según el Instituto Haitiano de Estadística e Informática (IHSI), indicadores como las reservas internacionales, las recaudaciones aduaneras y la estabilidad del tipo de cambio mostraban signos de recuperación a principios de año. Sin embargo, la escalada de la violencia ha revertido estas tendencias positivas, generando una serie de desafíos económicos aún mayores.
Haití, el país más pobre de América, enfrenta dificultades significativas para atraer inversiones y generar confianza. La crisis nacional se agrava en un contexto donde el precio del dólar se ha triplicado en la última década, la economía depende en gran medida de las remesas de la diáspora haitiana y la estructura económica se basa en mano de obra barata.
La violencia sin precedentes, con más del 80 % de Puerto Príncipe bajo el dominio de bandas armadas y una circulación de más de 600.000 armas en todo el país, ha sumido a la economía en un estado de parálisis. Además, la migración y los desplazamientos internos están exacerbando la inflación y socavando aún más la estabilidad económica.
Durante casi todo el mes de marzo, la actividad económica en la capital estuvo prácticamente detenida, con grandes empresas importadoras saqueadas y la imposibilidad de importar a través de los principales puertos y aeropuertos debido al control de las bandas armadas.
El sector agrícola, clave para la seguridad alimentaria del país, está completamente bloqueado en el departamento de Artibonite, mientras que el principal parque industrial del país permanece cerrado debido a la inseguridad en sus alrededores.
En medio de este panorama desolador, los únicos sectores que parecen prosperar son aquellos relacionados con actividades ilícitas, como el aumento del negocio del secuestro, la extorsión y el contrabando de armas.
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