
Pekín, China — China reunirá el próximo 13 de mayo a los cancilleres de América Latina y el Caribe en una cumbre con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en una clara señal de su interés por afianzar su influencia en la región frente al renovado activismo geopolítico de Estados Unidos.
El encuentro, que contará con la inusual presencia de al menos cinco jefes de Estado Brasil, Colombia, Uruguay, Chile y Honduras, refuerza el papel de China como interlocutor clave para el desarrollo económico, energético y comercial de América Latina.
Rivalidad China-EE.UU. se intensifica con el regreso de Trump
La cumbre se da en un momento de alta tensión diplomática y comercial entre Pekín y Washington, especialmente tras el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. En este contexto, el gigante asiático busca posicionarse como un socio estable, no injerencista y con visión multilateral, frente a la actitud más confrontativa de EE.UU.
Fuentes diplomáticas citadas por EFE señalan que la CELAC representa el escenario “ideal” para que China profundice su diplomacia regional y legitime su creciente presencia en el continente americano, donde tradicionalmente Washington ha tenido un dominio estratégico.
Nuevas Rutas de la Seda y recursos estratégicos en la agenda
Los temas centrales de la reunión serán interconexión eléctrica, energías renovables e integración comercial, alineados con los intereses de China en promover su iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda (BRI) y asegurar acceso a recursos naturales clave como el litio, el cobre y las tierras raras.
Aunque varios países latinoamericanos ya forman parte del BRI, su consolidación se ha visto cuestionada con el regreso de Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, crítico de cualquier proyecto vinculado a regímenes comunistas. De hecho, Estados Unidos logró recientemente que Panamá abandonara la iniciativa.
Sin embargo, se espera que Colombia formalice su adhesión durante la cumbre, un movimiento que, de concretarse, sería simbólicamente poderoso para Pekín y reforzaría su imagen como socio de desarrollo frente a la creciente presión estadounidense.
Comercio, minerales estratégicos y estabilidad diplomática
Otro de los objetivos de China en esta cumbre es consolidar a América Latina como un mercado alternativo estratégico, en respuesta a las restricciones comerciales impuestas por EE.UU. en los últimos años. China también busca presentarse como un socio confiable en la industrialización de sectores de valor agregado, como la minería tecnológica, cuidando los impactos sociales y ambientales.
Además del frente económico, Pekín mantiene en la mira su objetivo geopolítico más consistente: aislar diplomáticamente a Taiwán, con quien solo siete países latinoamericanos mantienen relaciones oficiales.
Desde 2016, China ha logrado que cinco países latinoamericanos rompan relaciones con Taiwán incluido Honduras en 2023, una tendencia que podría continuar si la influencia del gigante asiático se sigue afianzando.