Caracas, Venezuela — El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó que las autoridades venezolanas están tras la pista de los presuntos responsables de planificar un supuesto “ataque terrorista” contra la Embajada de Estados Unidos en Caracas, y aseguró que el Gobierno norteamericano ya fue notificado sobre los implicados.
Durante su programa semanal Con Maduro+, transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), el mandatario indicó que el Gobierno venezolano busca y captura a algunos de los señalados, aunque evitó dar detalles sobre sus identidades.
“Estamos tras la búsqueda y captura de algunos de esos personajes que están en territorio venezolano. Hasta ahí puedo informar”, expresó el presidente.
EE. UU. fue informado oficialmente del caso
Maduro señaló que el jefe de la delegación negociadora del Gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, notificó de manera oficial a Estados Unidos sobre “los responsables de la preparación del ataque” y su localización.
“Ya el Gobierno de Estados Unidos tiene la información, nombre y apellido, hora de reunión y qué conversaron y dónde conversaron sobre este atentado”, afirmó Maduro, agregando que el hecho “fue avalado por una persona que pronto se sabrá quién es”.
“Intento de falsa bandera”
El líder chavista sostuvo que la presunta conspiración fue confirmada por dos fuentes de alta credibilidad, una nacional y otra internacional, y que el plan incluía colocar una carga explosiva cerca de la Embajada estadounidense en Caracas.
Consultado sobre si el hecho podría tratarse de un pretexto para justificar una intervención estadounidense, Maduro respondió:
“Seguro que sí. Es una operación típica de falsa bandera, una provocación para después armar el escándalo y culpar al Gobierno bolivariano”.
Tensiones entre Caracas y Washington
Las declaraciones del mandatario se dan en medio de un nuevo episodio de tensiones diplomáticas entre ambos países. Desde agosto, el Gobierno venezolano ha denunciado la presencia de fuerzas militares estadounidenses en el mar Caribe, que Washington describe como una operación antinarcóticos, mientras Caracas la considera una amenaza a su soberanía.
