
Estados Unidos – El divorcio político y empresarial entre Donald Trump y Elon Musk estalló oficialmente el jueves 5 de junio de 2025, luego de semanas de tensiones que culminaron en un intercambio de ataques públicos sin precedentes.
Desde su red Truth Social, Trump calificó a Musk de “loco” y amenazó con eliminar los subsidios y contratos federales a sus empresas, especialmente Tesla y SpaceX, tras las críticas del magnate al proyecto de ley presupuestaria republicana.
“La forma más fácil de ahorrar miles de millones de dólares es rescindir los subsidios de Elon”, escribió Trump.
La respuesta del CEO de Tesla y X fue inmediata y contundente: “Cualquier cosa”, escribió Musk. Pero no se detuvo ahí.
Musk responde con fuego cruzado
El multimillonario fue más allá, afirmando que sin su apoyo financiero —casi 300 millones de dólares— Trump habría perdido las elecciones presidenciales de noviembre. Además, lanzó un golpe bajo al sugerir que el nombre del expresidente figura en el expediente de Jeffrey Epstein, el financiero acusado de abuso sexual infantil que murió en prisión en 2019.
La Casa Blanca calificó estas acusaciones como “lamentables” y rechazó pronunciarse sobre el tema del expediente Epstein.
Tesla se desploma y SpaceX toma distancia
La disputa tuvo consecuencias inmediatas: las acciones de Tesla cayeron un -14.26 % en Wall Street, lo que representó una pérdida de decenas de miles de millones de dólares en capitalización bursátil.
Además, Musk anunció en su red social X que SpaceX comenzará el desmantelamiento inmediato de la nave Dragon, utilizada por la NASA para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional, lo que podría afectar los acuerdos con el gobierno estadounidense.