Estados Unidos – La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó que el país tiene la capacidad para regularizar a más de once millones de migrantes indocumentados.
Estas declaraciones se dieron durante su discurso de aceptación de la candidatura demócrata en la convención del partido en Chicago, donde subrayó la necesidad de una reforma migratoria integral.
Una nación de migrantes con un sistema roto
Harris destacó en su discurso que Estados Unidos es una «nación de migrantes» y que es crucial reformar el sistema migratorio, el cual calificó de «roto».
La vicepresidenta propuso revivir un pacto migratorio polémico, que había sido alcanzado de manera bipartidista y que imponía las mayores restricciones al sistema de asilo en años recientes.
Este acuerdo, que no obtuvo el respaldo necesario para llegar a votación, fue criticado por defensores de los derechos humanos por no incluir vías de legalización para los migrantes que ya están en el país o para aquellos que buscan emigrar.
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Compromiso de Harris con la seguridad fronteriza
Durante su intervención, Kamala Harris insistió en su compromiso de traer de vuelta el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza, a pesar de las críticas recibidas.
«Me rehúso a participar en juegos políticos con nuestra seguridad y aquí tienen mi compromiso: como presidenta, traeré de vuelta el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza», declaró Harris ante una multitud entusiasta que la recibió con gritos y aplausos.
Un cambio en la retórica migratoria demócrata
El discurso de Harris marca un cambio en la postura migratoria del Partido Demócrata en comparación con la campaña de Joe Biden en 2020, quien hizo hincapié en restaurar el sistema de asilo y contrastar sus políticas con las del expresidente Donald Trump.
Sin embargo, tras el fracaso del proyecto de ley que Harris prometió revivir, Biden implementó, mediante órdenes ejecutivas, restricciones similares que limitan el derecho a solicitar asilo para la mayoría de personas que cruzan la frontera de manera irregular.
Tensiones políticas y migratorias en aumento
La retórica antiinmigrante del Partido Republicano y la posibilidad de una competencia electoral reñida en noviembre han llevado al gobierno demócrata a endurecer su postura sobre la migración y a adoptar medidas más estrictas para frenar la llegada de personas a través de la frontera sur.
Estas políticas, junto con la cooperación estrecha con México para dificultar las rutas migratorias y detener a los migrantes, han resultado en la reducción de los cruces irregulares a su nivel más bajo en cuatro años.
Crisis migratoria continental
En lo que va del año, cientos de miles de personas han llegado a la frontera sur de Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, huyendo de crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Nicaragua y Haití.
Según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), todo el continente americano enfrenta un elevado movimiento de personas, con más de 21 millones de desplazados actualmente.
La vicepresidenta Harris ha señalado que, aunque el pacto migratorio fue respaldado por el sindicato de la Patrulla Fronteriza, no se abordó un camino claro hacia la ciudadanía para aquellos que ya viven en el país sin un estatus legal.
Este tema sigue siendo un punto de debate crucial en la política migratoria de Estados Unidos.
